El Blog de Francisco Cortes Rueda

Hemos reservado este espacio del Blog para que podáis despediros de Francisco o dejar un mensaje de cariño y apoyo a la familia en estos momentos tan difíciles…

Es lo que me pregunté una tarde al salir de una pequeña galería de arte. La propietaria de la galería explicaba la colección de un joven artista en clara consolidación cuyas creaciones estaban a la venta. En las paredes colgados sus cuadros. Técnicamente impecables entregaban un discurso sutil, etéreo, aéreo, intangible, una propuesta de voltear […]

Nadie dijo que la vida se tuviera que vivir con los ojos abiertos Debe ser que estos días la vida me sabe a mierda sabiendo que la mierda es por el mal de amores, y lo digo así aun sabiendo que hay gente que sí tiene motivos objetivos de decir que la vida va dura; […]

Cuando mi tristeza le ganaba la partida al vino barato, envolvía la botella en un plástico y nos íbamos juntos yo y lo que quedaba del vino a escuchar reír los trenes. A veces también nos acompañaba a las vías un trozo de pan pero siempre estaba duro y no lo podía morder; entonces cortaba […]

Novela corta en 13 capítulos descargable en pdf. Deseo les guste o en todo caso les entretenga; y sean benevolentes con la intromisión en el género literario de mi buen amigo Frank Toche…”y bajaría la mirada esperando que me llevara a casa, y llegaría a casa con ella y con los niños y me dormiría.” […]

Es lo que hice y lo hice porque Dios me lo pidió, y lo que Dios me pide yo lo hago, y así ni lo pienso antes ni luego me arrepiento. Aparté el vaso, ya no quedaba ni el agua del hielo, había absorbido hasta la ultima gota de alcohol y la música sonaba rasando […]

Hay instantes en tu vida que te quedan grabados para siempre. Mientras suceden pasan inadvertidos como simples anécdotas, pero con el tiempo te das cuentas que eran saltitos de ti. Ya nunca volverás a ser como eras antes. El hospital San Juan de Dios de Barcelona es especial por muchos motivos. En la entrada hay […]

Cuando me dijo que su vida mirada desde sus treinta y tantos era una vida parcheada, recordé las rodilleras que de pequeños cubrían nuestros pantalones como testimonios de caídas y rasguños curados con agua oxigenada; y aquellas americanas habitadas por señores de una vida lenta de codos desgastados de oficina de máquina de escribir, de […]