El curioso caso del asesinato de la voz a manos del malvado Dr. Letras o la invención del iTeeth

29. Jul, 2013 - - Artículos Profesionales, Comunicación

El curioso caso del asesinato de la voz a manos del malvado Dr. Letras o la invención del iTeeth

Decían el otro día unos chicos comparando iphones, samsungs y otros cacharros, que no sé cual, que tiene no se quién, que hace no se qué, que resulta que ya te lee la retina, vamos el ojo, y mueve los textos arriba y abajo y a diestra y siniestra según entiende que tu ojo los ha acabado de leer y necesita ver los siguientes. Técnicamente debe ser muy interesante, pero a modo práctico y para hacerme entender, creo que lo que entendí equivale a chuparse el dedo para pasar la hoja del diario pero en plan pijo. Eso si, al paso que vamos con tanto revival, no descarten que eso de chuparse el dedo vuelva a ponerse de moda como los Mini y otras incomodidades actualizadas, que pobre de mi pensaba superadas.

Y yo no digo que no sea un buen avance para dejar de tener el iphone pringado de restregones de manos al pasar páginas y fotografías cual muletazo torero, yo lo que digo es que me parece poco avance para los ingenieros de estos Mini que se desplazan por el Silicon Valley en Grande, o sea, en Mercedes, Porsche o superior.

Si el cine mató al teatro y las canciones a los poemas, por poco que sean ustedes curiosos observarán que la escritura está matando la voz, que asistimos a un momento de cambio con un peliculero título del tipo “El curioso caso del asesinato de la voz a manos del malvado Dr. Letras”. Al asesinato de la comunicación hablada por ese viejo conocido y casi olvidado Dr. Letras en claro revival. Revival de letras en whatappss, tuiters, linners, mensajitos de facebooks y un sinfín de comunicados escritos para evitar descolgar el teléfono y acolchar en saltarina voz un ya olvidado “hola”.

El tema anda divertido, tanto que por poco que se descuiden ustedes, no sólo les veo atachonados en un Mini luciendo estrecheces sino luciendo de nuevo revival de la máquina de escribir del abuelo, con todas sus letras, comas, puntos, puntos y comas y tildes.

¿Volverá el teclado (de iphones, samsungs y similares) de nuevo a recuperar la importancia que tuvo ahora que nos pasamos el día escribiendo nuestros sentimientos en vez de exponerlos llamando por teléfono en conversaciones de esas del cuelga tu, no no, tu primero, cuelga tu primero mi amor?

También son curiosos los sistemas de reconocimiento de voz que deberían suplir teclados, pero nunca llegan a implantarse y que como tuercas pasadas de rosca que dan vueltas y vueltas, no parecen que acaben teniendo un fin claro. Cierto que nos “ayudan” a pasar a letras lo que decimos cuando directamente lo podríamos decir o cuando directamente lo podríamos escribir, pero cuando procesan los sentimientos les pasa un poco como a los simbolitos, que nunca hay uno para decir aquello de “esta tarde vi llover, vi gente correr, y no estabas tu”.

En fin, que en unas cuantas tardes más de evolución me atrevo a vaticinar que habremos perdido el aparato fonador de no utilizarlo. Que manda narices que con tanto ingeniero andante preocupado en hacer un Mini Grande con muchas puertas y mucho maletero cuando días atrás se jactaban de haber hecho un Mini Mini, no se den cuenta que si sólo nos comunicamos escribiendo no sólo corremos el riesgo evolutivo de perder cuerdas vocales y otros artilugios internos, sino que con ello corremos el riesgo de que la evolución cierre preciosas bocas que besar por falta de uso de hablar, preciosas voces que amar.

Cedo libre el copyright de mi invento el iTeeth si eso ha de salvar bocas que al abrir amanezcan en interminables muros de porcelana blanca enmarcados en carmín. El teclado tiene tantas letras como dientes tenemos. Será de fácil e intuitivo uso. Asignada una letra a cada diente teclearemos castañuelando andaluzmente incisivos con caninos, molares con premolares en un tiqui tiqui taca taca acompasado mientras movemos la vista para pasar páginas y pulsamos a golpecitos de lengua las mayúsculas.

Escribir moviendo los labios. Todo para que las parejas del nuevo amor cuando se escriban “te quieros” no lo hagan ante el inmovil secretismo de un simple teclado táctil que acabe anulando sus bocas para siempre. Escribir moviendo los labios para que la evolución no borre nuestras bocas, brackets de tinta, castañuelas tecnológicas de las nuevas formas de amar.

Ya lo ven. Todo vuelve. Hasta la escritura.

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3 comentarios en “El curioso caso del asesinato de la voz a manos del malvado Dr. Letras o la invención del iTeeth”

  1. Jesse

    02. Ago, 2013

    El terminal que tiene el reconocimiento de retina es el Samsung Galaxy S 4 , lo he tenido en la mano y lo he probado y es así, con el movimiento de los ojos puedes mover arriba y abajo la página que estas leyendo, y con el movimiento de la mano, sin tocar la pantalla, puedes pasar de un escritorio a otro sin dejar las huellas en la pantalla.
    Buen artículo .

  2. Francisco Cortes Rueda

    31. Jul, 2013

    La verdad es que no lo había leído. Yo creo que empiezo a tener ciertas dosis de visionario… Léete el que escribí de “Adolescentes americanos en el garaje de su casa” donde ponía en duda que fueran jóvenes los que inventaran los facebooks, nubes y similares; dejando entrever que eran sistemas de control gubernamentales bajo esas tapaderas de inocente juventud…Un tema que parece que últimamente empieza ser gotear por algunos medios de comunicación a raiz del tema de los espionajes y todo eso. Upsss Los ovnis no existen!

  3. Eduardo Litran

    31. Jul, 2013

    ¿Leíste que el servicio secreto Ruso ha vuelto a comprar máquinas de escribir a raíz del tema de espionaje vía internet (Snowden)?

    ¡Ay la Olivetti, qué pedazo de inversión en bolsa para los que estén al loro!

    Un abrazo