El Blog de Francisco Cortes Rueda

El sábado estuve en la Universidad. Jornada de puertas abiertas. Hacía años que no la pisaba y aunque ya me hubiera gustado tener esa edad que se les presupone a los que se inician en los estudios superiores, lo cierto es que ir acompañando a mi hija en busca de su futuro no hizo mas que delatar mi desubicacion temporal. El día presagiaba lluvia pero salió el sol; eso si, acabó en decepcionante chaparrón.

Todo bien. Visité la facultad de química y nada que no pudiera imaginar de mi época de estudiante. Universidades como empresa, para lo que les interesa. El Aula Magna “magna” y el laboratorio “chico”. Pero sepan que debe ser ya cosa de la edad, pero me comporté como un adulto y estuve callado, asintiendo con la cabeza a diestra y siniestra como mecánico espectador del tenis.

El problema surgió en la facultad de medicina. En el Aula Magna. Un señor “magno”, rector, o decano (no recuerdo su presentación), ante la pregunta de una señora sobre las plazas disponibles y las notas de corte para acceder, comenta que hay pocas plazas y que:

—en una reunión nacional de facultades de medicina se había propuesto hasta reducir plazas porque el mercado español no podía absorber tantos médicos.
—Y el muy señor “magno” lo dice tan tranquilo.
—Pues hay que joderse! —Esto lo dije yo.

Mire Sr. “Magno” de Aula Magna, entienda usted que su misión no es velar por si España produce más o menos médicos, o por si España tiene mayor o menor capacidad de absorber nuevos profesionales. Mire Sr. “Magno” su misión es formar médicos y ya decidirán sus estudiantes si trabajan en su España o en Japón, que según tengo entendido también se resfrían y cojen conjuntivitis.

Mire Sr. “Magno”, su misión no es limitar el acceso al conocimiento con unas notas de corte donde quien tiene un 9 vale para empezar los estudios y quien tiene un 8,99 no vale, aunque la sonrisa de este ultimo cure más que muchas medicinas, aunque con sus buenas enseñanzas este 8,99 acabe siendo un 10 al finalizar la carrera o como mínimo superior al engreído Dr. House del 9.

Somos un país de médicos. Los mejores. ¿Le hago una lista? ¿La quiere actual o histórica? Es normal que muchos estudiantes quieran ser médicos, tradición manda. ¿Tanto le cuesta a usted y a los hipócritas de atril pendenciero entender esto? ¿Porque no reduce plazas que quedan libres en otros estudios y las destina a medicina? ¿Tanto miedo tiene al conocimiento? ¿Que teme? ¿Que le quiten clientes? ¿Vaya empresa la suya que no amplia producción? ¿Que teme que construyendo nuevas aulas tenga una burbuja inmobiliaria del conocimiento?

Seriedad y compensación por favor. Ajusten la oferta a la demanda; y que bien ajustadito y si no hay más remedio, igual les sale una nota de corte única para todo el sistema educativo. Ya saben, algo así como entre el 5 y el 10 tenemos el 7,5.

Mire Sr. “Magno”, le explico: no se saben los motivos pero el País Vasco es históricamente una cantera inagotable de porteros de futbol. La capacidad de absorber porteros vascos por equipos de esa preciosa tierra se limita a cubrir el marco de la Real y del Athletic. Con su gestión destructiva del conocimiento y su reducción de plazas y notas de corte sin escrúpulos nos hubiera dejado sin porteros en la primera división de nuestra infancia de la talla de Artola en el Barcelona, Arconada y Pedro Mº Ochotorena en la Real sociedad, Deusto en el Hercules, Iribar, Zaldua y Cedrun en el Athletic Club de Bilbao, Gorospe en el Burgos, Urruticoechea y Echevarría en el Español, Esnaola en el Betis y Zubeldia e Irazusta en el Zaragoza. Y en segunda Burgueña, Zamora, Aizpufo, Menéndez, Gómez, Marro, Garmendia, Basauri, Izcoa, Aguinaga, Urrutia, Endoya y en tercera ya ni le cuento. Todos quién más quién menos coetáneos.

Sabe Sr. “Magno”, déjenos tener muchos y grandes médicos para el mundo, entienda que servimos para eso y no prive al mundo de los mejores porteros de medicina. No se preocupe tanto por su España cuando después se les llena la boca de “hay que exportar”, creo que quien le paga es la universalidad, upsss perdone, la universidad.

Por cierto, si busca delanteros, creo que los puede traer de Brasil, allí no hay nota de corte para los futuros campeones.

La señora se sentó al escuchar al Sr.”Magno”. Yo vomité.

-¿Hay un medico en la sala?

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