Los supuestos y presupuestos 007

14. Ene, 2013 - - Artículos Profesionales, Estrategia y marketing

Los supuestos y presupuestos 007

Sentados en el museo, ante siglos de historia, el diálogo entre Q, el nuevo agente del Mi16 proveedor de gadgets tecnológicos y 007, trasciende la propia película hasta justificar en dos minutos los 8 euros de la entrada, 16, ese día no iba solo; aunque no recuerdo si pagué yo.

“Lo viejo no significa eficacia” dice el joven Q mientras le entrega a Bond en un maletín las nuevas armas, esas que anticipan su retiro sabedor que 007 ya no es el que era, símbolo de una tecnología que no estará al alcance mental ni físico de alguien que ya no se considera socialmente joven; consumido en los recuerdos ahogados en alcohol, a Bond sólo le queda el respeto conseguido, la eficacia demostrada en tantas misiones, en tantos años, en tantas películas. Pero Bond es mucho Bond, y en el intercambio, es Daniel Craig con sus 44 años quién se eleva por encima del personaje y responde al joven Ben Whishaw de 32 traspasando la línea roja generacional algo así como “ni lo nuevo significa innovador”. Y es que le sale del alma. Joder, y que cuerpo tiene el viejo que hasta a mi me pone!

Y es que eso de suponer o presuponer, de los supuestos y los presupuestos, son etiquetas cosidas por máquinas de maquillar que los impostores vacíos de contenido han tenido que inventar para abrirse camino o para mantenerse en el camino o para allanar el camino de quienes heredan sus genes no espartanos. Ni se supone ni presupone que por tener años acumulados sabe más quién los tiene por viejo que quién no los tiene por joven… ni se supone ni presupone que sólo por el hecho de ser joven se tiene la capacidad de mejorar las cosas, de aportar aires nuevos. Llevamos años amparados en este discurso de conformistas donde se supone que a los jóvenes sólo por ser jóvenes y sin demostrar nada más, podían, pueden, merecían, merecen tener una oportunidad jubilando a los mayores; al igual que los mayores podían, pueden reprimir al amparo del discurso socialmente acordado, la falta de experiencia, de eficacia y eficiencia de tantos y tantos jóvenes para parapetarse en que la experiencia por ser un acto acumulativo es un valor. Parece que es la manera de mover el mercado de trabajo. Jubilamos de persé y si alguien lo duda nos inventamos eso de que el refranero es sabio y “el demonio sabe más por viejo que por demonio”. Imaginen… si a Q le da por jubilar a Steve Jobs a los 44 años, nos quedamos sin iPad y sin iPhone!

Seamos serios, jubilemos a los jóvenes viejos y demos oportunidades a los viejos jóvenes, el mundo merece ser mejor desde los mejores. Del resto… muchos persas murieron en las Termópilas.

Por cierto, qué pena que detrás del joven Ben Whislaw no estuvieran Las Meninas que pintó Picasso y detrás de Daniel Craig no estuvieran Las Meninas que pintó Velázquez para haber redondeado la escena, aunque desde atrezzo se hubieran saltado el orden museístico. ¿O debería ser al revés?

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