El Blog de Francisco Cortes Rueda

En 1977 un joven Sylvester Stallone, dicen que interpretando a Rocky Marciano, nos enseñó que siempre hay que levantarse una vez más de las veces que te caes. Aprendimos que hay que desayunar muchas claras de huevo, que se entrena cuando los demás duermen, que cuando hace frio se corre despacito, que la sudadera ha de ser gris y con capucha, que a las novias se las ama desde los adentros, que 10 segundos en la lona dan para muchas estrategias y que las ilusiones, las ganas, se forjan en los gimnasios a golpe de hierro, que el hierro es frio y que el frio es solitario. Que la sangre si es tuya no duele. Que caer no significa perder. Que son 10 los segundos que tienes para rearmarte, para ponerte en pie. Que son 10 los segundos que te pertenecen mientras el público en divertimento mira como te arrastras herido de muerte, alegrías de boletos de apuestas ganadas. Que son tus segundos, tu tiempo, tu cuenta atrás donde sólo tú te conoces, donde nadie sabe realmente lo que sientes, las fuerzas que te quedan, los golpes que te quedan por recibir, el golpe que te queda por asestar. Eres tú y tu mirada al levantarte, sin espejos.

Las veces que caerás son las veces que tu contrincante bajará la guardia riendo tu destrozo, las veces que te levantes son las veces que él te golpeará convencido de que ese será el último golpe. En 1977 vimos pelear a Rocky contra Apollo, era cine, si, era cine pero aprendimos que hasta un perro muerto puede morder de muerte. Que hasta el más duro pegador puede cansarse de pegar. Que siempre hay un instante que te pertenece para sacarte ese golpe que vale por todos los que te dieron, ese golpe que por seco ni hace sangran a tu contrincante, simplemente es el golpe de tu salida, del final de tu KO.

Escribía Manolo García que “el gimnasta de circo cree que fortalece sus músculos cuando en realidad fortalece su templanza, sus emociones en tropel”.

La teoría del KO dice que caer no es perder porque siempre te pertenecerán 10 segundos para levantarte. Son las normas del combate. Pero ni uno menos. Nunca te levantes antes de tu tiempo, puede dejarte indefenso, expuesto. Caer no es perder y eso lo saben los trapecistas que quitan la red. Caer no es perder y eso lo saben los boxeadores cuando pierden en la lona su protector dental enjuagado en saliva y sangre. Caer es saber fortalecerte.

PD: Rocky I (1977) ganó el Oscar a la mejor película, al mejor director y al mejor montaje derrotando a Taxi Driver. Stallone estaba nominado al mejor actor y el año estaba complicadillo, porque tampoco lo ganó Robert de Niro con Taxi Driver. Ese año se nos grabó para siempre la musiquita del ojo del tigre, mirar con la mirada del tigre y con la de tortas que nos dimos en el cole, creo que aprendimos para siempre a contar hasta 10 antes de levantarnos. O eso deberíamos haber aprendido antes de pasar a cursos superiores.